CINEMA | LA GRAN FAMILIA ESPAÑOLA

G. & D. Daniel Sánchez Arévalo
España, 2013

…y la obra fílmica de Daniel Sánchez Arévalo.
por Andrea Morales (@Moralitos14)

El cine del español Daniel Sánchez Arévalo es sin duda en el panorama iberoamericano un cine propio y ameno para visitar, o en mi caso, revisitar.

Esto último con motivo de la llegada a las carteleras mexicanas de Una Final de Familia, nombre que seguro busca figurar mejor en la marquesina y que desplaza el título original de la cinta llamada La Gran Familia Española, que llega con pasos medidos a las pantallas nacionales después de un gran éxito comercial y buenas críticas al otro lado del continente.

La historia engancha por su mero argumento: el día del final del mundial de futbol FIFA Sudáfrica 2010, historias y confrontaciones familiares se tejerán mientras un angustiado novio analiza su vida y un familiar a distancia llega a verlo… o revolverlo todo.

Con esa mirada y esos guiños deliberados al indie estadounidense, que se acentúan más con la música de Josh Rouse en la banda sonora de la cinta, el director Sánchez Arévalo se supera así mismo con unos personajes perfectamente dirigidos, una actuación de Roberto Álamo, que le mereciera el Goya (el Oscar español) a mejor actor de reparto y nueve nominaciones más para la película este año.

Escribir de este film es hablar y abiertamente recomendar su grandiosa ópera prima, la entrañable AzulOscuroCasiNegro (2006), la analítica y profunda Gordos (2009) y la enternecedora, risueña y necesaria Primos (2011).

Dani, como le llaman sus amigos del cine y habituales actores (Quim Gutiérrez, Antonio De La Torre y Raúl Arévalo) en su breve, pero merecida obra, vuelve a fascinarnos con diálogos bien escritos e interpretados, con personajes que viven la tragicomedia de la vida en el momento preciso para cobrar el gol. Para contarnos una historia de indecisión, una historia de gente que responde al pasado o que no quiere saber nada del futuro.

La cinta conecta bien con el público joven, es una virtud general de la obra del madrileño de profundos ojos azules y hablar pausado, su obra tributa el cine clásico, su cine cuestiona el amor desde la trinchera de la incertidumbre y la orientación, la vocación profesional y, sobre todo, un existencialismo perfectamente claro. La culpa, es otra de las obsesiones de Sánchez Arévalo y su culpa induce la nuestra.

Esta gran familia española que abre las puertas de su casa nos pone a todos como el sexto integrante de los hermanos Montero Sanz, nos une a estos simpáticos hombres de nombres bíblicos, a un camino deliberado de recuerdos y de buscar en nuestra propia melancolía el sentido de las cosas, si es que las podemos encontrar, acompañada de un buen humor y el temple agridulce que contempla la obra de Daniel Sánchez Arévalo, con una nómina de actores de lo mejor del panorama del cine ibérico de nuestros días, la película sabe tejer la ilusión, la necesidad de encontrar verdades y ponernos el corazón más rojo.

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ANDREA MORALES (@Moralitos14)
INVISIBLE – Gazette
FEB 2016
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